EE.UU. destruye una infraestructura clave para Alemania mediante un acto de terrorismo y una ministra alemana declara la guerra a Rusia. Todo lógico.
Cuando un estado, EE.UU., destruye una infraetructura energética como el Nordstream, de valor estratégico para otros estados, Alemania y toda la UE, lo mínimo que cabe esperar es que los estados afectados llamen a consultas a los embajadores del estado que ha practicado el terrorismo y que se exija públicamente una reparación económica.
Pero ese proceder era lo común cuando aún había estados más o menos independientes y no sucursales de un mismo cartel mafioso como ocurre hoy.
El gaseoducto Nordstream fue saboteado por orden de quien sea que controla ese albañal a orillas del río Potomac llamado Washington. En el vídeo que traigo a continuación se puede ver a senadores y congresistas –hasta 10 de ellos y tanto republicanos como demócratas– clamando desde 2015 por acabar con el gaseoducto en cuestión. También se puede ver a la subsecretaria de estado, Victoria Nuland, antes y despues del acto terrorista, proclamando primero que el gaseoducto “no irá adelante de una forma u otra“ y felicitándose después de que esas tuberías sean ahora “un trozo de chatarra en el fondo del mar”. La peineta a Berlín es épica y la relación abusiva trasatlántica amo-siervo está a la vista de todos.
Para que no quede duda, el supuesto presidente de EE.UU. dijo en rueda de prensa que “le pondremos fin” al gaseoducto y prometió que “seremos capaces de hacerlo”. Para mayor humillación para Alemania, Biden pronunció esta amenaza terrorista teniendo de pie a su derecha al canciller alemán Olaf Scholz.
A pesar de la promesa presidencial de llevar a cabo un acto terrorista, de la amenaza de Victoria Nuland y del coro de criaturas del Pantano de Washington clamando abiertamente por acabar con estas carísimas tuberías, la conclusión a la que llegaron los medios de manipulación el 26 de septiembre pasado –fecha del atentado– fue que seguramente Rusia se disparó un tiro en el pie. La lógica para otro día; tocaba, como siempre abundar en que Putin es malo, irracional y perverso.
El veterano periodista y ganador del Premio Pullitzer, Seymour Hersh, publicó un artículo recientemente en el que señala como corresponsables del atentado terrorista a EE.UU. y Noruega. Jens Stoltenberg, el secretario general de la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN), es noruego. Por esas carambolas de la vida el 27 de septiembre, justo un día después del atentado terrorista, entro en funcionamiento el Gaseoducto del Báltico que transporta gas natural desde la plataforma noruega a través de Dinamarca y del Mar Báltico hasta Polonia.
Para seguir dando contexto a todo el asunto, cabe recordar que Radoslaw Sikorski, miembro del Parlamento Europeo y ex ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, agradeció por Twitter a EE.UU. la voladura del gaseoducto con un escueto y claro “Gracias, EE. UU.”

Yo no puedo afirmar que todos y cada uno de los abundantes detalles que Hersh enumera en su artículo son exactos pero sí que puedo sostener que, a la vista de las reacciones y de las declaraciones de las partes interesadas y de todas las evidencias circunstanciales, Hersh no va desencaminado.
Congresistas y senadores implorando acabar con el gaseoducto, el presidente de EE.UU. prometiendo que lo va a hacer, un miembro del Parlamento Europeo y ex ministro de Asunto Exteriores de Polonia agradeciendo la proeza a EE.UU. y la subsecretaria de estado Victoria Nuland congratulándose en el Congreso de EE.UU. por el destino de las tuberías convertidas en chatarra submarina. Conclusión: fue Putin.
Recordemos que Nuland es la misma pájara que en 2014, durante una conversación con el entonces embajador de EE.UU. en Kiev, Geoffrey Pyatt, decía “que le follen a la UE” (fuck the EU). Estas bonitas palabras de la diplomática hijaputa Victoria fueron pronunciadas en una conversación donde ella y Pyatt debatían acerca de a qué hijoputa sentar en el trono de Kiev en mitad del golpe de estado que ella misma teledirigía bajo los auspicios del vicepresidente Joe Biden. Aquí lo tienes:
Todo apunta a EE.UU., el móvil, las declaraciones, la oportunidad y la capacidad tecnológica, pero da lo mismo, porque el consenso oficial, nuestro amigo el relato, reza que solo pudo ser por culpa de Putin y que si afirmas lo contrario es porque recibes bizums desde el Kremlin.
He titulado este artículo “La escoria de Washington ha declarado la guerra a Europa” eligiendo intencionadamente el término escoria de Washington en lugar de EE.UU., porque para mí es muy importante distinguir entre el pueblo estadounidense, admirable en muchos aspectos, y la piara de gorrinos que lo tienen secuestrado.
De hecho la misma piara, orbitando el Pantano de Washington, que ataca a las naciones europeas, también se emplea a fondo atacando a su propio pueblo cerrándoles gaseoductos (Keystone) o determinando que cualquiera que disienta de su discurso es susceptible de ser declarado un terrotista doméstico.
Esta claro que la escoria que gobierna en Washington ha declarado la guerra a Europa, y que la escoria que gobierna en Europa no se da por aludida porque al fin y a la postre son la misma basura que gusta de reunirse a menudo para acordar nuevas formas de darnos a todos por el ojete de nuestros derechos y libertades.
Por eso cuando la escoria de Washington declara la guerra a los alemanes, cargándose una infraestructura costosísima y abocándoles a pagar el gas mucho más caro y a ser más pobres, el gobierno alemán reacciona declarando la guerra a… Rusia.
En palabras de Annalena Baerbock no importa lo que mis votantes alemanes opinen, yo quiero cumplir con el pueblo de Ucrania y estamos en guerra contra Rusia. De verdad se creen que cuela, pero cada día que pasa se hunden más en el ridículo.
Todos los que amamos la libertad , de cualquier nacionalidad, estamos en guerra contra esta peste de cretinos indeseables. Haz que el mensaje rule, apela al sentido común de tus semejantes y despiértales de su sueño letárgico. Amor, Vida y Libertad
Interesante repaso por los golpes de estado güenos: