En un mitin durante la campaña electoral de 2019, Zelensky prometió arrodillarse ante las madres, mujeres e hijos de los hombres que no regresaran del frente.
Además de gracias al apoyo del corruptísimo Ihor Kolomoysky, que le financió la campaña –y su serie de televisión infocomercial–, Zelensky ganó sus elecciones aupado por la promesa de llevar la paz a Ucrania.
Es sobradamente conocido en qué acabó el compromiso de paz del actor Volodymyr: en una guerra.
#ZelenskyWarCriminal prometía en su campaña de 2019 pedir perdón a las madres, hijos y esposas de los que no regresaran del frente… prometía la Paz… ahora ordena cazar a todo varón entre 16 y 60 años. Elegiste la guerra ¡Cómprate rodilleras! #Freenoticias pic.twitter.com/1AcWADisZb
— Publio Cortés de Lezo (@PesoRazon) January 28, 2023
Según reza el relato obligatorio, que todos debemos abrazar, la guerra no fue culpa de Zelensky. Ucrania fue inesperadamente invadida por un ser irracional, Putin, sediento de sangre y dispuesto a reverdecer los laureles imperiales de los soviets y Zelensky se mantuvo en su puesto, heroicamente, para defender la democracia, la soberanía y la libertad de Ucrania y del mundo mundial. El infantilismo rampante entre los occidentales, que tan buenos réditos produjo con la epidemia de covidiotismo, volvía a obrar la magia y una gran mayoría de los vasallos ex-ciudadanos compró el cuento. Como de costumbre nos cuentan una historia facilona y nos ocultan La Historia.
La realidad es que Zelensky aterrizó en la jefatura de un estado corrupto hasta la médula y cuyo estamento militar estaba (y está) copado por los elementos ultra-radicales que encabezaron la represión antes, durante y, sobre todo, después del golpe de Estado. Porque a pesar de lo que nos quieren vender, esta guerra ni es una ocurrencia de Putin, ni empezó en febrero de 2022.
la realidad es que Zelensky no hizo nada significativo en pro de esa paz por la que ,arrodillado en público, prometió que iba a luchar
Conviene no olvidar que dicho golpe de Estado –y sí, hubo un golpe de estado– estuvo patrocinado de manera descarada por los chicos del Clan Biden (Victoria Nuland, Geoffrey Pyatt, Mike Carpenter) y por sus mariachis de Bruselas y Londres. También aplaudieron el golpe los tontos útiles de Berlín; los mismos que acabaron quedándose sin su gaseoducto porque sus padrinos anglosajones decidieron que para castigar a Putin era preciso joder a todos los alemanes.
Zelensky colaboró en el segundo intento de echar a Trump, un impeachment que partió de una conversación telefónica entre ambos, en la que Donald le habló acerca de los crímenes del Clan Biden y le solicitó ayuda para sacar a flote la corrupción de Joe y de su hijo Hunter.
Me inclino a pensar que Zelensky ya mentía durante la campaña electoral de 2019 y sabía perfectamente que la misión encomendada a Ucrania, a corto plazo, por sus nuevos amos, era servir de ariete contra Rusia. Tampoco descarto que obrara con cierta buena voluntad antes de pisar moqueta, si bien aprendió rápido que, si en algo apreciaba su cabeza, debía cumplir el papel que le tocaba en esta función.
Sea como fuere, la realidad es que Zelensky no hizo nada significativo en pro de esa paz por la que, arrodillado en público, prometió que iba a luchar. Hizo todo lo contrario. No sé siquiera si llegó a intentar negociar algo (no te pierdas el vídeo que sigue más abajo) o le dieron un baño de realidad nada más aposentarse en su trono de Kiev.
Aquí traigo a mis lectores una entrevista hecha a Zelensky (traducida por Freenoticias.com) durante su campaña electoral. Lo que dice en ella es muy relevante para entender con qué discurso alcanzó el poder y poderlo contrastar con su discurso actual. Zelensky cuenta que iba a sentarse con Rusia, a pedirles una lista con sus términos y darles a estos los suyos. Su plan era mostrar a todos los ucranianos cuáles eran los términos de Rusia y cuáles los de Ucrania. Zelensky planteaba mostrar las posturas de ambos países por televisión y online y convocar un referéndum que, aunque no fuera vinculante, serviría de elemento a tener en cuenta.
¿Recibió Volo una oferta que no podía rechazar ya en mayo de 2019? No lo descarto. Los acuerdos de Minsk, nada de nada, ni un gesto; se los debió esnifar después de que su predecesor Poroshenko se limpiara con ellos el culo. La presión contra el Dombás se incrementó, no hubo voluntad política de otorgar autonomía a esta región como se había acordado, y las leyes rusofóbicas se mantuvieron e incrementaron. Las negociaciones que prometió llevar a cabo con Rusia jamás tuvieron lugar.
Zelensky hizo lo que su defenestrado (por exceso de sinceridad) consejero, Oleksii Arestovych, denunciaba hace pocos días: tratar a 6 millones de ucranianos como a enemigos, imponiendo una visión de Ucrania que no se compadece con la realidad del país. El rumbo de colisión contra Rusia estaba ya fijado por las autoridades competentes; el payaso debía tan solo sujetar un timón, bien trabado, y representar su papel de héroe con camiseta caqui.
En el Pantano de Washington no habían montado un golpe de Estado, armado y entrenado hasta los dientes –12 años– a un ejército repleto de simpatizantes nazis, para que llegará el pequeñín a joderles el plan. El plan no es otro que desintegrar un país, Rusia, que no se somete a las reglas que fijan en Davos. La concatenación de eventos que indican hacia dónde iban las cosas la detalle en mi artículo Ucrania, cronologia de una guerra anunciada y deseada.
No pareció que a Zelensky le costara aprender su guion. Enterró tanto sus promesas de paz como a todos los partidos que le incomodaron (hasta 12), a la prensa y a los líderes opositores. Toma democracia.
Cuando la supuestamente inesperada e “injustificada” invasión rusa tuvo lugar, Volodymyr se sintió muy cómodo interpretando al personaje del líder valiente y paladín de la inexistente democracia ucraniana. Todos le hemos visto actuando en su gran gira mundial. Hemos sido conminados a aplaudir al héroe vestido de geypermán mientras pedía más armas, más dinero, más sanciones a Rusia. Le hemos vitoreado mientras nos ordenaba en nuestros parlamentos perseguir a nuestras empresas… en nuestros parlamento. Loor al payaso campeón de los valores occidentales que desconoce, y pasta, mucha pasta, para todos los premiados.
Dijo que negociaría con Rusia. No lo hizo o no le dejaron. Dijo que pondría la vida de la gente por encima de cualquier consideración.
Dijo que se iba a arrodillar ante cada madre, hija y esposa de los que no volvieran del frente. Que alguien le regale unas rodilleras urgentemente.
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