Qatar 2022, Copa Alien versus Predator. Dos religiones absolutistas, supremacistas y tiránicas se enfrentan en Qatar: el islam y la secta arco-iris.
Gracias al Campeonato del Mundo de Fútbol algunos han descubierto que en el islam la diversidad no es tan celebrada como en esta zona del planeta antes llamada Occidente. Como dirían los geniales Martes y Trece “¡fí-ja-te!”
A unos hinchas ingleses no se les permitió acceder al estadio donde su selección iba a jugar (muy mal por cierto) contra la de EE.UU. Su delito fue Ir disfrazados de San Jorge. San Jorge fue un soldado nacido en el siglo III en Capadocia que fue asignado al séquito del emperador Diocleciano al que por una serie de leyendas se le suele representar como a un caballero cruzado si bien vivió más de 400 años antes de que un tipo en Arabia se inventara el islam.
Además de por las espadas de plástico y por los cascos el acceso al estadio se les denegó porque su indumentaria podía resultar ofensiva para los musulmanes.
¡¡Ah, la ofensa y los ofendiditos tan sensibles con sus cositas!! Si nos ponemos estupendos la selección de Inglaterra no debería ni siquiera participar porque resulta que su bandera no es otra cosa sino una enorme Cruz de San Jorge. Por supuesto que no se van a tener en cuenta los sentimientos de ofensa que pudieran provocar ver entrar en el estadio a musulmanes ataviados a la usanza de quienes durante 1400 años realizaron carnicerías por mandato de Allah. Al parecer se nos presupone más madurez mental y entereza a quienes no rezamos hacia la Meca.
Los sentimientos cristianos o humanistas en general no son merecedores de trato especial, de lo cual me congratulo. Solo los “colectivos vulnerables”, más proclives a la ira y a las pataletas, merecen jugar en la guardería donde el progremonguerismo los protege y utiliza.
El problema surge cuando chocan dos religiones despóticas, supremacistas, censoras, tiránicas y propensas a declarar la ofensa y la guerra santa. En Qatar hemos asistido a unas interesantes escaramuzas entre el islam y el progremonguerismo (wokeism en inglés)

Resulta que 10 equipos europeos (Inglaterra, Gales, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Noruega, Suecia, Suiza y Países Bajos) se habían conjurado para portar un brazalete que con el texto “One Love” y un corazón multicolor como símbolo de su apoyo al “colectivo” arco-iris. Se iban a enterar estos transfóbicos homófobos qataríes de quienes eran nuestros millonarios que dan patadas a una pelota. Con la competición ya iniciada, llegó la FIFA y dijo que cualquier cosa que oliera a LGBTIQA+ sería recompensada con una tarjeta amarilla para su portador. Brazaletes fuera en 0,1 segundos.
