Mantener a base de armas y dinero al régimen del cada vez más desquiciado Zelensky es una garantía de que todos seremos más pobres.
Cuando los niños y niñas del Departamento de Estado norteamericano azuzaron el golpe de estado criminal en Kiev, siguiendo el manido manual de cambiar los regímenes cuando ya no les sirven, sabían muy bien que experimentar con una Ucrania rusófoba reportaría pobreza para Europa, beneficios para las multinacionales USA y más capacidad de malmeter en toda Europa. Con Chuck-Norris-Zelensky en el machito, metiendo los dedos en el ojo del oso ruso, la proletarización de las clases medias, en Europa y en todo Occidente, está garantizada. Seguimos para bingo con la Agenda 2030
Vayamos a algunos hechos concretos.
El 5 de noviembre de 2015 nos contaba Reuters que: “Un gasoducto propuesto para impulsar el suministro de gas ruso a Alemania (Nord Stream II) corre el riesgo de privar a Ucrania de más de 2 mil millones de dólares por tarifas de tránsito y va en contra del objetivo de la UE de reducir su dependencia energética de Rusia, dijo hoy (5 de noviembre) un funcionario estadounidense (5 de noviembre de 2015″. Fuente: Euroactiv-Reuters )
En el mismo artículo podemos leer que
“Hay que preguntarse: ¿por qué apoyar a Ucrania con una mano y estrangularla con la otra”, dijo la subsecretaria adjunta de Diplomacia Energética, Robin Dunnigan, en una conferencia de legisladores.
“Cortar todo el tránsito de gas a través de Ucrania le privaría de 2.200 millones de dólares en ingresos anuales”, dijo Dunnigan.
Le faltó añadir que proveer más gas de manera directa a Alemania era una falta de consideración hacia la familia Biden y sus corruptos socios ucranianos, y que había que proteger los intereses de Hunter, el politoxicómano y super-putero hijo de Tutan-Biden, que solo llevaba año y medio cobrando 83 mil dólares al mes por salir en la web de Burisma –una empresa gasista, mire usted por donde– como miembro del Consejo de Administración.
¿Llevar más gas a Alemania y que la factura eléctrica de los europeos sea razonable? No por Dios, eso es intolerable.
Antes que permitir abundante gas y una estrecha colaboración entre Alemania y Rusia (la pesadilla anglosajona), había que alimentar al régimen ucraniano, corrupto hasta la nausea, nacido de un golpe de estado teledirigido por Victoria Nuland y CIA hacía 21 meses, y en el que Tutan-Biden y su Clan actuaban como cónsules (para referencias aquí tienes varias docenas)
Robin Dunnigan es en la actualidad subsecretaria adjunta de la Oficina de Asuntos Europeos y Euroasiáticos del Departamento de Estado de EE.UU. (un rango equivalente al de un director general del Ministerio de Asuntos Exteriores). En 2015 Dunnigan ostentaba el cargo de subsecretaria adjunta en la Oficina de Recursos Energéticos del Departamento de Estado. Dunnigan se ha movido por tanto de un departamento económico a otro político manteniendo el mismo escalafón dentro del mismo Departamento (Ministerio) del gobierno.
Sus funciones en su cargo en la Oficina de Asuntos Energéticos eran según la web del Departamento de Estado: “Dirigir la diplomacia energética de EE. UU. para garantizar que los recursos energéticos se utilizaran para promover el crecimiento económico global sostenible y la estabilidad y fortalecer la seguridad nacional de EE. UU.”
La última parte de su job description puede traducirse por “defender los intereses de los lobbies energéticos de EE.UU. y los de sus payasos cleptócratas de Washington”.
Por esas mismas fechas Sigmar Gabriel se reunía con Putin para acordar sacar adelante el gaseoducto Nord Stream II. Gabriel no era cualquiera sino que aunaba en su persona el puesto de vicecanciller de Alemania, ministro de Asuntos Económicos y Energéticos y secretario general del SPD. Gabriel era la otra pata de la großen koalition entre la CDU de Merkel y el SPD. En esta reunión según Der Tagesspiegel Gabriel dejó claro a Putin que “quería asegurarse de que la construcción del gaseoducto permaneciera legalmente bajo la supervisión de las autoridades alemanas. Lo que el invitado de Berlín quiso decir con eso es que Bruselas debería mantenerse al margen del desarrollo posterior del proyecto”.
Pero sigamos.
El 15 de junio de 2017 el senado de EE.UU. vota por 98 a 2 ampliar las sanciones a Rusia aduciendo que la política de los Estados Unidos era continuar oponiéndose al proyecto del gasoducto Nord Stream 2 de Gazprom. “El miércoles, los senadores apoyaron abrumadoramente una enmienda que fortalece las sanciones existentes contra Moscú y profundiza su alcance, incluido el objetivo de gaseoductos de exportación de energía”. (Fuente: CNBC)
Recordemos que esta votación se hizo contra los deseos de Trump de mantener buenas relaciones con Rusia y centrarse en China, y que todos los republicanos (su partido), excepto uno, votaron a favor. Recordemos también que a Trump le acusaron sin pruebas de haber interferido de la mano de los rusos en la campaña de 2016, donde derrotó a Hillary Clinton… y ya puestos recordemos que el mismo FBI que ha entrado en su domicilio de Mar-a-Lago hace unas semanas, estuvo espiando la campaña de Trump en 2016 por orden del Nobel de la Paz Obama.
Reuters nos cuenta que en agosto de 2017 los rusos siguen adelante con el proyecto aunque asumiendo retrasos y mayores costes debido a las sanciones y que aunque Trump ha firmado “de mala gana” las nuevas sanciones tiene capacidad de ejercerlas con mayor o menor severidad como jefe del Poder Ejecutivo. Reuters también se hace eco de que a Rusia le preocupa que Ucrania pretenda subir los aranceles por el tránsito de gas (ojo al paralelismo con Argelia y Marruecos para quien quiera verlo).
Recapitulemos. Llegado el otoño de 2017 Rusia y Alemania quieren darse prisa en el avance del proyecto mientras que en el Pantano de Washington, en La Comisión europea y en un gran número de países rusofóbicos (los bálticos y Polonia principalmente) quieren poner a toda costa palos en las ruedas del proyecto.
Cuando no sopla el viento en Alemania en Francia el uruanio enriquecido sigue fusionándose tan ricamente… y vendiendo kilowatios a alemania. en ese contexto, que Alemania reciba gas de Argelia es un pésimo negocio para las empresas energéticas francesas.
Para colmo de la insensatez, Alemania decidió en 2011 cerrar todas sus centrales nucleares para finales de 2022. En la actualidad de las 17 plantas que tenían solo quedan tres activas, tres están en proceso de cierre y las otras once están siendo desguazadas y ya no hay vuelta atrás. El primoroso eco-gilipollismo progremonguer bien inyectado desde los años 70 en las almas teutonas viene ahora a cobrarse su precio en forma de aumentos espectaculares en el coste del kilowatio/hora que además se paga en depreciados euros. Sostenibles, inclusivos, resilientes están los alemanes; o lo que es lo mismo: cándidos, incautos y bien jodidos.
Pero sigamos. Avancemos hasta diciembre de 2019 y leamos lo que cuenta la BBC del asunto:
Alemania y Rusia han reaccionado con enfado a las sanciones aprobadas por el legislativo y firmadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre un gasoducto entre ambos países. Las sanciones apuntan a las empresas que construyen Nord Stream 2, un gasoducto submarino que permitirá a Rusia aumentar las exportaciones de gas a Alemania.
Estados Unidos lo considera un riesgo de seguridad.
Alemania acusó a Washington de interferir en sus asuntos internos.
La BBC continúa comentando lo que es realmente la clave del asunto:
“El proyecto Nord Stream 2 de casi 11 mil millones de dólares ha enfurecido a los EE. UU., y tanto los legisladores republicanos como los demócratas se oponen”.
Pero la culpa es de Putin y la gente en África se muere de hambre porque no salen los barcos con grano de Ucrania a pesar de que la producción de cereales de Ucrania es menos del 5% del total mundial… y cuando salen los barcos, en lugar de ir a Somalia ponen rumbo a Irlanda para alimentar animales de granja
“La administración Trump teme que el gasoducto refuerce el control de Rusia sobre el suministro de energía de Europa y reduzca su propia participación en el lucrativo mercado europeo de gas natural licuado estadounidense“.
Si es un riesgo de seguridad que Alemania sea excesivamente dependiente del gas ruso ese es un riesgo que le toca ponderar y asumir (o no) a Alemania y no a los congresistas y senadores de Washington untados por las empresas gasistas estadounidenses. Si se trata de ayudar a Alemania a diversificar sus compras de gas, que Exxon o Chevron ofrezcan gas norteamericano a precios competitivos o que se amplíe la red que desde Argelia pasa por España.
Pero el gas licuado USA es mucho más caro que el gas que llega, literalmente “por un tubo”, desde Rusia, y los franceses no quieren perder su mercado de venta de electricidad que tantos beneficios les reporta. Los galo esta vez no han sido tan eco-gilipollas como sus queridos invasores recurrentes y han mantenido sus plantas nucleares, que producen energía constante y regular, que les permite vender ingentes cantidades de kilowatios a Alemania, Italia (y también en menor medida a España). Cuando no sopla el viento en Alemania, en Francia el uruanio enriquecido sigue fusionándose tan ricamente. En ese contexto, que Alemania reciba gas de Argelia es un pésimo negocio para las empresas energéticas francesas.
Los motivos para jodernos a todos son piadosos y muy elevados, nos putean pero es por nuestro bien, por el “bien común” (ese que al final resulta no ser el bien de nadie mas que el de unos pocos). Es para frenar el calentamiento global, para tener una economía más sostenible,.. y para ayudar al régimen ucraniano, un agujero negro que traga los billetes a la velocidad de la luz y hace que aparezcan en “otros universos”.
Los motivos menos confesables y los más relevantes son por supuesto otros (el tercero y cuarto son los principales):
1.- Dar salida hacia el suculento mercado europeo a la producción estadounidense de gas. Aunque este gas que debe viajar en buques gaseros cruzando el Atlántico cueste mucho más caro si se logra que Rusia no venda, no queda otra.
2.- Pagar favores a amigos. Empezando por Krusty Zelensky
3.- Impedir una entente cordial entre Alemania y Rusia y por extensión entre el resto de países europeos y Rusia. Un buen entendimiento que crearía unas sinergias descomunales con la combinación de tecnología, abundancia de recursos y talento a raudales. Si Rusia en lugar de desempeñar el papel de amenaza, al que obligatoriamente le han relegado, se convierte en un socio económico, comercial e incluso militar, el papel de EE.UU. en Europa, sus bases aéreas, navales y las decenas de miles de tropas desplegadas en Europa carecerían de sentido. En un escenario donde hubiera libre circulación de mercancías y personas entre Rusia y el resto de Europa, y existiera una política defensiva común, podríamos dedicarnos a prosperar y a conjurar amenazas de verdad como el islam.
4.- Empobrecerte y limitarte un poco más tu libertad. Se trata de que vayas olvidándote de conducir, de comprar carne o de darte demasiado al vicio solitario de planchar. Que aprendas de tu gato a limpiarte ahorrando agua. Que creas que el aire acondicionado es un lujo suntuario. Que te gastes la mitad de tus ingresos en no morirte de frío y que acabes comprendiendo, con resiliencia bendita, que tener calefacción y comida a la vez es poco sostenible.
Pero la culpa es de Putin, eso siempre, y la gente en África se muere de hambre porque no salen los barcos con grano de Ucrania a pesar de que la producción de cereales de Ucrania es menos del 5% del total mundial (Fuente: Indexmundi)… y cuando salen los barcos en lugar de ir a Somalia ponen rumbo a Irlanda para alimentar animales de granja (Fuente: Irish Times)
El final del cuento del gaseoducto termina con que Alemania frena la certificación del mismo este pasado mes de febrero (CNBC) y recientemente el gobierno del sargento Olaf recomienda que ahorres y no descarta limitar el consumo. A la vez que se dan golpes en sus teutónicas cabezas a cuenta de su parón nuclear, el ayuntamiento de Munich reabre una vieja central térmica alimentada por petróleo y en el Bundestag se debate si se deben reabrir centrales térmicas alimentadas por carbón
Un estupendo negocio esto de la guerra, un genial líder este Krusty Zelensky que tuvo la oportunidad de gobernar en una Ucrania neutral y en paz y escogió el camino que le señalaron sus amos para regocijo de las industrias de armamento y energía.
Por lo que voy sabiendo sobre lo que de verdad sucede en al campo de batalla (o lo más parecido a la realidad que soy capaz de interpretar) la guerra pone rumbo a un final sin mesa de negociación. Ese tren, el de negociar la paz, ya pasó.
Viendo los vídeos de Zelensky en modo Tik Tok con el rostro desencajado y el rictus de un payaso psicópata diciendo que la guerra no va a acabar hasta que sus tropas conquisten Crimea me es fácil entender que Rusia ya no aceptará otra cosa que no sea una rendición incondicional por parte del régimen de Kiev. Será una capitulación con condiciones muy onerosas para lo que quede de Ucrania que tal vez acabe siendo un protectorado polaco. Si la capitulación se produce estando Zelensky en el poder los términos serán el doble de duros y esto será interpretado por los que sigan siendo ucranianos como una invitación a servir a los rusos cuarto y mitad de Zelensky como ofrenda de buena voluntad a cambio de rebajar las exigencias del Kremlin. Los otros escenarios son una guerra Buzz Lightyear –hasta el infinito y más allá–, o un golpe de estado en Kiev de esos que pasan. Volodymir sabe bien, que no es tonto en absoluto, que otros líderes pasaron de héroes a villanos a ojos de Occidente en cuanto dejaron de ser útiles.
Mientras tanto ahí os dejo una recomendación:
Resiliencia pues hermanos, hermanas y hermanes, porque gracias a tus sacrificios y a tu ruina, por el bien de la “democracia” (la de Soros, Zuckerberg y Gates), Putin andará jodido, zelensky “salvará” ucrania y salvaremos el planeta ¿Verdad que te merece la pena? Venga, ponte una bandera de Ucrania en tu perfil y ve a cazar rusos antes de que se acaben.
