El futuro ex-presidente del PP, Pablo Cascado, admite que no pondrá condiciones a VOX

Pablo Cascado ha dicho “nuestros principios son nuestras condiciones”, reconociendo implícitamente que no podrá poner condiciones a VOX al carecer de los primeros.

Se le atribuye a Julius Henry “Groucho” Marx (1890-1977) la frase de “estos son mis principios y si no le gustan… tengo otros”. No sé si la paternidad de este pensamiento le corresponde al genial neoyorquino, marxista de nacimiento que no de ideología, pero de lo que no tengo ninguna duda es de que esa frase es a la política como las leyes de la termodinámica lo son a la física. Tampoco vacilo a la hora de afirmar que la frase grouchesco-marxista podría ir perfectamente debajo del logotipo de la práctica totalidad de los partidos políticos, empezando por el Partido Pusilánime (alias PP).

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Anteayer compareció Pablo Cascado ante el Comité Ejecutivo de su banda para decirnos que el PP es el principio y el fin, el alfa y el omega, el camino, la verdad y la vida; y que solo los que creamos en él y en su PP alcanzaremos la felicidad y la dicha. El próximamente ex-presidente del PP se dedicó a trazar un panorama en el que, como diría Teodoro, las opciones son o él y su PP o el caos.

Y como en la viñeta de la revista Hermano Lobo, si a alguien dentro de su partido, pongamos que a una tal Ayuso, se le ocurre elegir el caos, la respuesta será: “da igual, también somos el caos”

Casado, este Antonio Hernández Mancha versión 2.1, se dedicó a darse coba y a lamer las heridas profundas que el resultado del pasado domingo ha infligido en la moral de equipo de la banda que comanda este ex-presidente del PP en ciernes. Ellos son la libertad, son el centro, son la derecha, son los reformistas, son el niño, la madre, el padre, los padrinos, el cura, los invitados y hasta la pila del bautizo.

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Ni un atisbo de crítica, ni un asomo de cuestionarse cosas tan obvias como por qué se tragaron el anzuelo de la izquierda de asimilar leyes despóticas y liberticidas (Memoria Histórica, Leyes de Género, Ley de Violencia de Género) con el concepto de igualdad; o por qué aplicaron un artículo 155 de chichinabo y blandito en lugar de cortar de raíz el golpe de estado que unos políticos delincuentes dieron a cámara lenta en 2017.

Casado no ha entendido que no te ganas a los electores diciendo somos los mejores oé, oé, oé y soltando un chorro perpetuo de bilis hacia el único partido que podría ayudar al PP a gobernar en España. Dedicarte a criticar, encima sin nombrarlo por algún miedo atávico infantil, al único partido en el que te puedes apoyar es sencillamente suicida, pero hacerlo hablando de principios cuando destacas por carecer de estos, además de suicida es de idiota cum laude.

Cuentan en el PP que si al atardecer te pones delante del espejo del baño sosteniendo una vela y con la luz apagada, y dices 3 veces “VOX”, se te aparece Santiago Abascal y te pellizca un pezón.

La buena noticia para Pablo Cascado es que después de la que le va a liar Isabel Díaz Monja-Alférez-Ayuso él no tendrá el problema de ver cómo se las maravillaría para lograr que VOX le lleve a la Moncloa. Ese problema lo tendrá otro, más bien otra, y el problema no de ella no será si Pablo presidente del Gobierno o no, sino cuántos ministerios les dejará Abascal tener en el gobierno que presida.