Nadiya Popel, médico de urgencias del hospital Mateu Orfila de Menorca fue sancionada por ser partidaria de detener la vacunación con AstraZeneca.
La noticia, que es de mayo del pasado año, la encuentro muy interesante porque ejemplifica el nivel cero absoluto que se concede al debate médico y científico. Según contaba el diario digital Menorca.info el pasado 22 de mayo “la doctora afín a las posiciones negacionistas, actualmente de baja médica, queda suspendida de empleo por un periodo de seis meses en los que solo percibirá el salario base”. Veamos lo que la doctora niega.
En abril, también en Menorca.info, la doctora española de origen ucraniano comentaba cuál era el motivo principal por el que pedía que se suspendiera la administración de este fármaco experimental: “es mi opinión en función de lo que estoy viendo”. Popel, quien lleva 16 años trabajando en el hospital menorquín, constata que nunca había visto tantos efectos secundarios en tan poco tiempo.
No hay mejor caldo de cultivo para fomentar la mediocridad y la ineficacia en cualquier disciplina científica que el que se obtiene al introducir la política como una variable orientada a cercenar el debate y a pasar por alto aquello considerado políticamente inaceptable.
Durante el mes de marzo según Popel registraron en su hospital 19 casos de efectos adversos en pacientes a los que se les había administrado esta substancia anglo-sueca. Todas los casos sobre los que la doctora Popel ha alertado –informando tanto a la dirección del hospital como a sus superiores directos– tenían entre 23 y 62 años y no tenían antecedentes médicos de interés. Dos fueron ingresados y una mujer fue trasladada al Hospital Son Espases al sospechársele un cuadro de meningoencefalitis.
«Entiendo que todos queremos buscar la salida a esta difícil situación, pero tenemos que preguntarnos a qué precio y si no hay mejores opciones que esta»
En octubre del pasado año la suspensión disciplinaria de 6 meses que le impuso la dirección del hospital se convirtió en una de 4 años de manos de la Consejería de Salud del Gobierno balear. El mismo gobierno regional que encubre la prostitución de los menores a quienes supuestamente tutela machaca a una doctora por aplicar el principio de precaución y por alertar de algo que ella misma está viendo.
Este mes de enero la Fiscalía del Juzgado Contencioso Administrativo de Palma a pesar de admitir que la Consejería de Salud violó el derecho a la libertad de expresión de la doctora Popel, encuentra la sanción de 4 años de suspensión justa y proporcionada.
Es decir que lo que el Gobierno balear y la fiscalía han determinado es que una doctora con una amplia experiencia demostrada no puede tener un criterio propio, y si lo tiene se lo debe guardar para ella solita. Realmente es espeluznante que vayas a un centro público sanitario y te encuentres con que los doctores a pesar de poder tener un criterio médico contrario a un tratamiento, te lo recomienden para poder seguir en su puesto de trabajo. No hay mejor caldo de cultivo para fomentar la mediocridad y la ineficacia en cualquier disciplina científica que el que se obtiene al introducir la política como una variable orientada a cercenar el debate y a pasar por alto aquello considerado políticamente inaceptable.
En #Freenoticias vamos a seguir pasando consulta y diagnosticando los numerosísimos casos de coactionis aberrans ignorantia, ese es nuestro compromiso. También aprovecho para invitarte a que votes en nuestra encuesta en la que solicitamos tu dignóstico acerca del “tratamiento” que se debe aplicar a los responsables de la Trama Covid: