Las autoridades responsables de salud del Gobierno sueco desaconsejan las vacunas COVID para niños de 5 a 11 años
“Con el conocimiento que tenemos hoy, con un bajo riesgo de enfermedad grave para los niños, no vemos ningún beneficio claro en vacunarlos”, dijo Britta Bjorkholm, funcionaria de la Agencia de Salud, en una conferencia de prensa.
Pero quien de verdad sabe de esto es el doctor Pfizerico Jerínguez Los-Mato líder de la secta en vías de extinción “Libertad Condicional” y de la emisora “EsMiRadio” cuando dijo: “asesinos los que no vacunáis a vuestros hijos” (puedes oirlo al principio de este vídeo):
Suecia no lo recomienda, la OMS y la Agencia Europea del Medicamento ya hablan de exceso de vacunas y de agotar el sistema inmune con tantos pinchazos. Mientras tanto el CEO de Pfizer, Albert Bourla, dice que 2 dosis sirven para casi nada, que tres sirven poco y que en marzo sacan la versión 1.1. Como lo lees, versión 1.1 –con capacidades omicronicidas–. Es lógico que no me creas y por eso aquí está el víddeo (minuto 1:01):
Mientras en Suecia y en varios países más empiezan a recoger velas con la trama del virus chino en España seguimos experimentando con nuestros hijos para, como dicen los pobres ignoranoicos, “inmunizarles” con cosas que no les protegen a ellos ni a nadie, que no necesitan y para una enfermedad que no padecen.
De acuerdo con la cifra que da RTVE –Radio Televisión Espantosa– hace una semana ya estaban inoculados la mitad de los niños de entre 5 y 11 años en España. Las autoridades suecas, británicas y de muchos otros países curándose en salud y mostrando prudencia porque ven las orejas al lobo y el gobierno del chulo piscinas de Moncloa y todos los emires de las taifas ibéricas felices y contentos por poner en riesgo la salud de los más pequeños.
Los casos de miocarditis, pericarditis, infartos, muertes súbitas y un largo etcétera de efectos adversos a estas vacunas son ya el asombro de los científicos honestos. Aquí lo hemos documentado en numerosísimos artículos, las reacciones adversas a estas substancias son infinitamente más cuantiosas en cifras absolutas y relativas que las de las demás y las cifras oficiales –cualquiera puede verlas–
