El 2 de marzo nuestra cuenta de Twitter fue suspendida de forma permanente sin ninguna explicación sobre los motivos para dicha suspensión (realmente suspender de forma permanente es expulsar). Nos movemos a Telegram
Un mes antes, el 3 de febrero, publicábamos un artículo haciéndonos eco de una exclusiva de Project Veritas en el que esta organización sacaba a la luz una grabación filtrada clandestinamente desde la resistencia interna de Twitter. En la grabación se puede ver como la responsable de relaciones con los empleados, la jefa de temas jurídicos de la empresa del pajarraco y el gurú fundador — Jack Dorsey — se conjuran para hacer extensiva a nivel mundial la purga de cuentas “incómodas” que arrancó con el Trumpicidio a primeros de año.
En el vídeo que acompaña este artículo llama la atención que al parecer son los propios empleados de Twitter los que piden más mano dura con Trump. Esta reunión tuvo lugar justo un día antes de que Trump fuera expulsado de Twitter y la representante de los empleados se hace eco de una carta de los mismos en los que pedían más contundencia contra Trump. La responsable jurídica sostiene que una suspensión de 12 horas teniendo en cuenta la relevancia de Trump y sus mensajes pacificadores era lo más apropiado. Al día siguiente la misma responsable del departamento jurídico — Vijaya Gadde — anunciaba en Twitter que tras “muchas discusiones” han decidido expulsar a Trump de su reino de la corrección política.
En Twitter, y en el resto de las ciber-dictaduras que todos conocemos, la consigna es fumigar de sus plataformas a todos aquellos que sostengan ideas que estas plataformas autoritarias no compartan. Estas ciber-dictaduras tienen entre sus prioridades educarte y decirte como pensar; no les basta con hacer dinero, también quieren controlar el discurso, lo que está bien y lo que está mal, lo que se puede y lo que no se puede decir, lo que te debe gustar y lo que no. Freenoticias cayó en combate poco después de que esta consigna — de apretar el pie en el acelerador de la censura — fuera aprobada. Cualquiera que lea este artículo tiene en mente varios casos similares o incluso ha padecido ya la purga.
Uno tras otro irán cayendo, y de forma cada vez menos disimulada, los que no comulguen con los dogmas del correctismo político; será de forma gradual porque deben mantener también una cuenta de resultados que depende del número de ojos y orejas de sus trabajadores-usuarios gratuitos (o sea tú, la mercancía). No pueden echar a todos los que querrían para mantener sus feudos como perfectas cajas de resonancia donde solo se escuchen las ideas progres que ellos bendicen, y no pueden por dos motivos: el dinero y mantener la apariencia de que aún son plataformas neutrales. Pero sí pueden ir cortando las cabezas de los que se destaquen como más contumaces a la vez que, mediante algoritmos, limitan el alcance de los mensajes e ideas que a ellos no les agradan.
Hay que estar en Twitter (y el resto de sus “hermanas” liberticidas) teniendo un par de cosas claras: que te pueden dar una patada en el culo en todo momento — y no debes esperar razones lógicas para que lo hagan — y que pueden limitar el alcance de tus mensajes cuando no les gusten.
Por tanto si quieres seguir en conectado con tus contactos debes tener un plan B listo. Damos este consejo porque nosotros perdimos el contacto con cientos de seguidores por no haber tenido ese plan B antes; que no te pase a ti.
Por eso mismo hemos abierto en Telegram un GRUPO ABIERTO para que cualquiera que quiera pueda unirse y participar. Os invitamos a todos a uniros a este grupo y a que animéis a vuestros contactos más habituales a que lo hagan también para poder tener un lugar desde el que poder seguir en contacto y comunicándote con la gente que te interesa. Porque lo que nos ha pasado a nosotros te puede pasar a ti y nos gustaría que cuando los censores te ejecuten digitalmente tengas un lugar desde el que seguir en contacto.
Y si Telegram, Dios no lo quiera, acaba cayendo en los mismos comportamientos censores que otras plataformas tendremos un plan C y un plan D y los que hagan falta porque tenemos el vicio de pensar por libre, compartir nuestras ideas y esperar que se debatan, se rebatan o se desafíen sin miedo porque nosotros venimos llorados de casa; no creemos que las ideas merezcan respeto solo por ser ideas sino porque se ganan ese respeto (o desprecio) a pulso.

Haz clic en la imagen superior o en este enlace y únete a nuestro grupo abierto de Telegram donde todo el mundo es bienvenido. Te esperamos.