La Facultad de Música de la Universidad de Oxford ha sugerido eliminar el estudio de las partituras (anotación musical) del plan de estudios debido a sus supuestas conexiones con un “pasado colonial” y racista.
Según varios profesores la notación musical no ha “sacudido su conexión con su pasado colonial” y seguir empleándola sería una “bofetada” para los estudiantes de color de acuerdo a la noticia de The Telegraph.
Cuando leo determinadas noticias, como la que aquí os traigo, y las reflejo en este foro de librepensadores, a veces creo que trabajo para El Mundo Today; pero es la realidad que día a día va rompiendo récords demostrando que la gilipollez humana es más grande que el Universo, como dijo Albert Einstein.
De hecho creo que El Mundo Today debería demandar a la realidad por intrusismo laboral ya que sus noticias humorísticas ya no pueden competir con el soberano absurdo de muchas noticias reales.
Según The Telegraph, la misma facultad también ha cuestionado si el plan de estudios actual es cómplice de la “supremacía blanca”, señalando que el enfoque del programa en “la música europea blanca del período esclavista”, con compositores como Mozart y Beethoven puede resultar ofensiva para los alumnos no blancos.
Los profesores sugirieron además que ciertas habilidades de música clásica, como tocar el piano o dirigir arreglos orquestales, no deberían ser requeridas dado que se “centran estructuralmente en la música europea blanca” y causan “gran angustia a los estudiantes de color”.
Puestos a sugerir chorradas y ser consecuentes con sus derrapadas mentales “estructurales”, en la Universidad de Oxford –y en todas — deberían ampliar el foco y así en la Facultad de Física en lugar de estudiar la Teoría de Cuerdas o la de la Relatividad estudiar magia chamánica que explique el origen del Universo; en la Facultad de Medicina en lugar de centrarse en las vacunas o los antibióticos, esas cosas creadas por hombres blancos profundamente heteropatriarcales, deberían preparar a sus alumnos para aprender a hacer conjuros druídicos o hechizos de la Santería.
Llegar siquiera a pensar que el solfeo y las partituras, cosas prácticas y que ayudan a interpretar, componer y escribir música, pueden ofender a alguien o ser racistas es algo digno de mentes enfermas y profundamente racistas.
Tal vez a estos censores patológicos les ayudaría pensar que todas esas cosas fueron inventadas, empleadas y desarrolladas por HUMANOS, y que todos deberíamos celebrar que nuestros congéneres HUMANOS de cualquier sexo o raza hayan aportado esos logros. Yo como hombre blanco estoy orgulloso de que los hombres asiáticos inventaran la pólvora y no me siento ofendido como “blanco” por ello.
Si por estúpidos complejos inventados, prescindimos de enseñar cosas prácticas y útiles para no “ofender” podemos encontrarnos con que para cada porción de conocimiento nunca va a faltar un gilipollas que se ofenda y tres o cuatro progres (wokes) que hagan sonar sus silbatos, así que lo mejor es llamarles por sus verdaderos nombres (gilipollas, acomplejados, liberticidas) y reírnos de ellos todo lo posible antes de que nos coman la merienda.
A mí me parece bastante razonable aprender cosas útiles y adquirir conocimientos y me parece bastante triste tener que buscarle una derivada racial o de género a cada avance científico o cada aportación práctica; llamadme facha pero si estoy estudiando electrónica me va a importar menos que una higa cómo eran o cómo pensaban los dos tipos que inventaron el tubo catódico y no voy a pensar que ese avance tecnológico es racista porque Crookes y Braun fueran dos señores blancos y europeos. Si fueran dos mujeres negras africanas las que hubieran pergeñado el tubo catódico, también me parecería un gran avance y no me sentiría “abofeteado” como dicen estos tan ilustres como imbéciles profesores de Oxford.

