Del seminario de Jaén a defensor de narco-dictaduras y mafiosos. La historia de un prevaricador, socialista y ex-juez: Baltasar Garzón
Abogado defensor del dictador, y presunto pederasta, Evo Morales; abogado a sueldo de la mayor máquina de corrupción de Sudámerica: PDVSA Petróleos de Venezuela S.A.; abogado del testaferro de Nicolás Maduro, Álex Saab; abogado de Eugenio Pino, Enrique García Castaño y Carlos Salamanca, de las “cloacas de Interior”; abogado del narco general chavista Hugo (el Pollo) Carvajal, presunto dirigente del Cartel de los Soles y hoy en paradero desconocido; asesor del gobierno corrupto de Cristina Fernández de Kirchner por 7.000 euros al mes con DNI argentino y atribuciones de subsecretario de Estado; coordinador de la Veeduría Internacional a la Reforma de la Justicia en el Ecuador de Rafael Correa, abogado de la BPA, Banca Privada Andorrana, en defensa de los intereses de clientes evasores chavistas venezolanos como Diego Salazar o Rafael Ramírez o el mafioso ruso Andrei Petrov

Arrancamos hoy una serie de al menos tres artículos sobre las gestas de este ambicioso personaje de voz aflautada y ambición desbocada. Iremos viendo cómo Garzón, el letrado favorito de todas las tiranías de Hispanoamérica, acumula amistades poco recomendables a quienes factura minutas millonarias.
Desde Buenos Aires a Andorra, pasando por La Paz, Quito, Caracas y Madrid, Garzón ha demostrado que perdió sus pocos escrúpulos en los años 90 y desde entonces nadie los ha vuelto a ver.

Quiso ser ministro, quiso ser alcalde de Madrid (aunque declaró que se autodescartaba para suceder a Carmena “la de las magdalenas” anduvo en conversaciones con el PSOE). Se dedicó a perseguir dictadores depuestos (Augusto Pinochet) o muertos (Francisco Franco) y a cobrar de dictadores en activo.
A Garzón le gusta ser noticia y meterse donde no le corresponde, es capaz de pedir el certificado de defunción de Francisco Franco 37 años después de su muerte tratando de instruir una causa careciendo de competencias y también es capaz de presentarse en los lugares de los atentados del 11 M sin que le correspondiera por turno.
Ya veréis qué interesante es repasar las aventuras de Baltasar, el novio de Dolores Delgado, la Fiscal General del Estado y perra de presa de Pedro Sánchez. Resulta también interesante comprobar cómo Baltasar tiene muchos amigos en común con Pablo Iglesias, Raúl Morodo o José Luis Rodríguez Zapatero.