La cantante Adele acusada de “apropiación cultural”, o cómo doblar la apuesta de la necedad progre

Hola lectora. Si te gustan los bikinis, piénsate bien de qué colores te los compras, no seas una mujer insensible. Si te gusta hacerte peinados con trencitas o con moñitos, reflexiona antes, no vaya a ser que ofendas a algún ser de luz. No digas que en Freenoticias no te lo hemos advertido.

En Freenoticias no queremos que a ninguna de nuestras lectoras les pase lo que a la cantante británica Adele. A esta mujer se le ocurrió posar en su jardín ataviada con un top de bikini con los colores de la bandera de Jamaica y unas trencitas recogidas en el pelo y le ha caído la del pulpo. El motivo de su posado era celebrar el Carnaval de Notting Hill en su Londres natal, que este año se celebra de manera online (como la convención demócrata), y de paso presumir por haber adelgazado 50 kilos.

Porque Adele ha cometido el pecado que los pelmas progres denominan “apropiación cultural” al ponerse un peinado que por lo visto debe tener una patente africana y debe ser de uso exclusivo para mujeres negras y ponerse un top con la bandera jamaicana que venden en cualquier tienda de Kingston.

La apropiación cultural es la adopción de un elemento o elementos de una cultura o identidad por miembros de otra cultura o identidad. Una japonesa vestida de sevillana está pecando, un finlandes vestido de torero otro que tal baila, un africano vestido con chaqueta y corbata también está apropiándose de la cultura de otros, yo vestido de bávaro con unos Lederhose cortos y un sombrero tirolés estoy ofendiendo a austríacos y alemanes.

Sé que es difícil de creer que esté escribiendo este artículo en serio, pero tan en serio lo escribo como en serio se lo toman los muchos que se ofenden por el peinado o el sujetador que esta mujer se ha puesto.

Y para colmo Adele está en modo carnaval, festejando un carnaval inspirado en el Caribe y que se suele celebrar en Londres. Si tampoco los obispos de la corrección política van a darnos un respiro estando de fiesta la cosa está muy malita que diría Chiquito.

En el tuit de arriba podemos leer a Ernest Owens decir:

• “Si 2020 no podía volverse más extraño, Adele nos está mostrando nudos bantú y apropiación cultural que nadie pidió. Esto marca oficialmente a todas las principales mujeres blancas del pop como problemáticas.“

Ernest Owens es un periodista tan endiosado como amanerado que se ha hecho millonario dando clases desde su columna del Philadelphia Magazine sobre LGBTI, racismo y cultura pop. Vamos que Ernestito pertenece a la curia progre que se ocupa de evangelizarnos a todos sobre cómo pensar, vestir o hablar; Ernestito es un prelado que se dedica a amonestar los comportamientos sediciosos de las estrellas del pop que él pastorea.

Como de costumbre la apropiación cultural es algo que solo parece existir cuando esa supuesta apropiación la hace una persona de raza blanca.

Fola Folayan una periodista y empresaria de la radio nigeriana les manda desde Twitter un mensaje a los ofendiditos en EEUU en el que incluye la foto de una mujer mulata con el pelo completamente liso:

“Queridos amigos estadounidenses, no pueden tener esto en la cabeza y gritar apropiación cultural porque Adele elige usar nudos bantú …“

Efectivamente querida Fola, hay mucho idiota suelto, hordas de idiotas deseosos de demostrar al mundo lo concienciados que están y lo sensibles que son realizando labores de censores del régimen.

Son los vigilantes de la observancia de los dogmas “woke” (un woke viene a ser un progre hipervitaminado y con todos los sentidos alerta para captar cualquier micromachismo, apropiación cultural o lo que surja…)

En Arabia Saidí tienen además de a la policía normal a la policía religiosa, la Mutawa, que vigila que las mujeres vayan bien tapadas, que hombres y mujeres estén separados en espacios públicso o que las tiendas estén cerradas a la hora de los rezos; en occidente además de tener pronto nuestra mutawa para los asuntos de los seguidores de la religión de la “paz”, también tendremos una policía “religiosa” de corte justiciero social para ocuparse de llamarnos la atención cuando seamos insensibles y ofensivos por llevar un kimono o por vestirnos de fallera.

un “woke” viene a ser un progre hipervitaminado y con todos los sentidos alerta para captar cualquier micromachismo, apropiación cultural o lo que surja

La cosa puede paracer una broma, pero en las celebraciones de Halloween en los campus universitarios critican, insultan y afean su conducta a los que se visten de indios o de rastafaris porque es ofensivo.

¿No me creen? Desde hace unos años las tribus indias instigadas por los ubícuos “woke” estaban acusando al equipo de los Chiefs de Kansas City de apropiación cultural al emplear tambores de guerra, tocados de jefes indios, cantos de guerra y hachas tomahawk. Pues desde este 20 de agosto este club de fútbol americano prohibe la entrada en su estadio con tocados indios y están estudiando si prohibir las hachas de juguete.

Por supuesto que a las tribus indias les da lo mismo como a los herederos de los vikingos les da igual que los madridistas se pongan un casco con dos cuernos, de lo que se trata es de prohibir, dividir y aparentar ser unos beatos de la progresía virtuosa.

Que los seguidores del Glorioso Atlético de Madrid se vayan preparando viendo las barbas de los Chiefs pelar porque para lo bueno y para lo malo los estadounidenses son unos genios exportando comportamientos y modas.

Conclusión: ponte trenzas, moño, coletas, rápate al cero, píntate el pelo como te dé la gana y vístete como quieras y que se jodan los que se ofenden con estas tonterías. No voy a sacarle más punta al tema, solo quería que tú lectora supieras que hay mucho idiota suelto, aún más de los que sospechabas.

Por cierto que jamás he oído cantar a esta Adele….y acabo de descubris que me gusta.