De todas las identidades de género “descubiertas” y por descubrir las que más afectan a los ejércitos feministas en la defensa de su bastión de la mujer como objeto de oprobios y sujeto por tanto de derechos extra, son las de transgénero y sobre todo la identidad de género fluido
En el mundo del feminismo militante empiezan a darse cuenta de que el patriarcado sistémico no es ya su principal enemigo. En países como España ese patriarcado opresor es más bien un enemigo imaginario, un monigote de paja insignificante, a quien atizan golpes e insultan. A las feministas les bastaría cruzar el estrecho de Gibraltar para encontrar patriarcado del de verdad, de ese que sí ataca y da miedo, lo que pasa es que el patriarcado si es multicultural es ya otra cosa que requiere de más sensibilidad cultural.
En Occidente quienes les están comiendo la merienda a las feministas, y a las mujeres que van por libre también, son los defensores de las teorías queer que defienden que ser mujer, hombre o lo que sea que inventen, es una cuestión de autopercepción. El lobby feminista, no confundir con las mujeres aunque pretenda hablar por todas ellas, no puede tolerar que el acceso al club sea una cuestión de simple deseo o afición. En ese tema estoy de acuerdo con las madres abadesas como Carmen Calvo, ser mujer no es una elección sino una condición. Ser mujer es una circunstancia, no se puede eligir ser mujer como quien elige el color de una camiseta. Las hermanas feministas del PSOE han sacado los fusiles y han elaborado un cargador con la munición para disparar a bocajarro contra esta cosa de que ser mujer es algo tan sencillo. Aquí abajo puedes consultar este argumentario de buen calibre
Desde la otra trinchera ideológica, la del pensamiento Queer o de identidad de género, han salido ya al ataque en todo Occidente y no parece que quieran tomar prisioneros. Los postulados de la teoría queer: Todos tenemos un sexo, un género y una orientación (o dos como ya veremos) La teoría queer es como un buffet de ensaladas, abre todo un mundo de combinaciones prácticamente infinitas.
Nuestra identidad sexual, según la secta queer, es el sexo que nos asignan al nacer y que, suele corresponderse con los genitales, quizá la única concesión a la lógica por parte de la camarilla queer. La identidad de género es cómo nos auto-percibimos y ahí la cosa se pone muy interesante como veremos. Por último está la orientación sexual, y también la orientación romántica; te puedes sentir atraído sexualmente por las mujeres y románticamente por los hombres, por todos sexualmente y ninguno románticamente, o puede ir cambiando según tu estado emocional.

Decía antes que la identidad de género es donde la cosa se pone muy interesante y esto es porque al contrario que la identidad sexual que es binaria: macho y hembra (aunque hay voces que dicen que no está tan claro), en el caso de la identidad de género estamos hablando de un espectro de posibilidades. La identidad de género es como la astronomía, siempre puedes descubrir nuevas estrellas, y hasta ponerles nombre.
Tenemos por tanto 2 identidades sexuales e infinitud de identidades de género para ir haciendo combinaciones. Pero aún nos falta la orientación, id poniéndoos un cubata o lo que sea que os haga felices que vamos a entrar en este bosque mágico. Pues bien, en teoría puedes sentirte atraído por cualquiera de las combinaciones de sexo-género que te apetezca. Pero eso no es todo, puedes sentirte atraído sexualmente por cualquiera de las combinaciones, por varias a la vez, por todas, por ninguna y también puedes ir cambiando, y a eso le sumas tus apetencias románticas que pueden coincidir o no con las sexuales y que también pueden cambiar más que los precios, tienes un jardín del que no sales. Hay un adjetivo que puede asociarse al tema queer y es: “fluido”. Si oyes o lees las palabras sexo o género junto al adjetivo fluido estás en el reino de la identidad de género. Decía antes que en teoría puedes sentirte atraído por cualquiera de los infinitos géneros, y es solo en teoría porque en la práctica es imposible saber si te gustan los condigénero o los hemigéneros cuando posiblemente no tengas ni puta idea de qué son. Por tanto las orientaciones sexuales y románticas están en un número que oscila entre las 10 y 20 (llamaremos a este número L)
La identidad de género es como la astronomía, siempre puedes descubrir nuevas estrellas, y hasta ponerles nombre.
Recapitulemos:
- Dos identidades sexuales (de momento)
- N géneros
- L orientaciones sexuales + L orientaciones románticas
El número de géneros es algo que va cambiando según se van descubriendo, pero un número conservador puede ser de alrededor de 50, las orientaciones sexual-románticas las vamos a dejar en 10. Hagamos un cálculo de combinaciones posibles:
2 sexos x 50 géneros x 10 orientaciones sexuales x 10 orientaciones románticas, tenemos un total de: 10.000 posibilidades. Y no olvidemos que son posibilidades dinámicas, que el sujeto X puede ser el lunes una cosa, el miércoles otra y el fin de semana una tercera y que hemos sido conservadores yendo a una cifra baja de géneros.
Quizá no lo sepas querida lectora y eres una mujer apconsugénero con una orientación erótica skoliosexual y una orientación romántica homosexual lo que viene a significar que eres una persona que:
Debido a tu vagina tus progenitores 1 y 2 dedujeron que eras una mujer, te percibes como de un género que no eres capaz de encontrar porque se esconde de ti, te sientes atraída sexualmente por las personas transexuales (trans hombre, mujer, o sin definir) y románticamente te atraen las mujeres cisgénero (o sea las mujeres con vagina que se identifican como mujeres). Ahí queda eso. Pues al menos 9.999 combinaciones más y ¡salid a ligar!i
A ver cómo se empareja una mujer apconsugénero skoliosexual homosexual. Aplicaciones de citas como Tinder reconocen 27 identidades de género para facilitar la búsqueda de pareja pero la cantidad de permutaciones seguirá creciendo según la pseudo-ciencia de la identidad de género vaya descubriendo nuevos y excitantes géneros que aún permanecen ocultos.
De todas las identidades de género “descubiertas” y por descubrir las que más afectan a los ejércitos feministas en la defensa de su bastión de la mujer como objeto de oprobios y sujeto por tanto de derechos extra son las transgénero y sobre todo la identidad de género fluido. Las demás son pura floritura para justificar que haya títulos y grados en identidad de género y supongo que catedráticos.
Id poniéndoos otro cubata antes de leer lo que es una persona queer (la fuente es del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación de la Secretaria de Gobierno de México):
Las personas queer, o quienes no se identifican con el binarismo de género, son aquellas que además de no identificarse y rechazar el género socialmente asignado a su sexo de nacimiento, tampoco se identifican con el otro género o con alguno en particular.
Dichas personas pueden manifestar, más que identidades fijas, expresiones y experiencias que:
1) se mueven entre un género y otro alternativamente;
2) se producen por la articulación de los dos géneros socialmente hegemónicos;
3) formulan nuevas alternativas de identidades, por lo que no habría, en sentido estricto, una transición que partiera de un sitio y buscara llegar al polo opuesto, como en el
caso de las personas transexuales.
Las personas queer usualmente no aceptan que se les denomine con las palabras existentes que hacen alusión a hombres y mujeres, por ejemplo, en casos como “todos” o “todas”, “nosotros” o “nosotras”, o profesiones u oficios (doctoras o doctores), entre otras situaciones; sino que demandan —en el caso del idioma español— que en dichas
palabras, la última vocal (que hace referencia al género) se sustituya
por las letras “e” o “x”, por ejemplo, “todes” o “todxs”, “nosotrxs”, “doctorxs”, etc.
Un queer puede sentirse de cualquier género en cualquier momento y sin necesidad de parecer de un género u otro. Si eres queer eres el puto comodín de la baraja, tienes más identidades que Mortadelo disfraces. Un transexual es alguien que ya sea porque piensa hacerse hombre o mujer mediante hormonas o cirugía o porque se autopercibe como mujer a pesar de su pene o como hombre a pesar de su vagina, se siente hombre o mujer (aunque no es tan fácil pero a efectos de no escribir una tesis doctroral) y quiere que le llames enfermera, taxisto o portavoza; pero un queer es una puta incógnita.
De todas las identidades de género “descubiertas” y por descubrir las que más afectan a los ejércitos feministas en la defensa de su bastión de la mujer como objeto de oprobios y sujeto por tanto de derechos extra son las transgénero y sobre todo la identidad de género fluido
Las feministas se aprestan para el combate contra la ideología de género sobre todo porque les espanta, y con razón, el hecho de que un tío de dos metros y 130 kilos pueda alegar que era una mujer el día que le dio una paliza a su novia. Si la ideología de género apisona al feminismo (y a todos) y cualquiera puede poner en su DNI que es de género queer la empanada legislativa, siendo grande, será un chiste comparado con el daño que se haga a las mujeres.
A mi me queda clarísimo que todo este corpus ideológico-sexual del rollo queer les mola mucho más a los que buscan el relativismo como valor supremo que las locas desfasadas del feminismo chochoreivindicativo. La ideología de género es una herramienta mucho mejor para crear grupitos ad ininitum, separar y enfrentar y por tanto controlar mejor a la masa idiotizada.
La lucha de clases fracasó porque la gente no quiere ser siempre proletaria, la lucha feminista crea pocos frentes, pero las innumerables guerras de guerrillas, afrentas inventadas, leyes liberticidas, cupos, cuotas, nuevas fobias y nuevas leyes liberticidas que castiguen esas fobias artificiales, eso es un paraíso para los líderes globalistas. La ideología de género es una herramienta para generar conflictos, frustraciones, aislamiento entre grupos, suicidios y dolor.
Júntese a todo este cocido de géneros, las razas y religiones (sobre todo una) y ya está servida una guerra social artificial que nos tenga distraídos mientras nos prohíben el dinero en metálico o nos ponen un chip biomédico como a ovejas.
Irene Montero, que tiene mucho tiempo libre en su Ministerio de la Inutilidad, está al parecer por impulsar leyes que de identidad de género y una guerra a muerte está en ciernes.
Un queer puede sentirse de cualquier género en cualquier momento y sin necesidad de parecer de un género u otro. Si eres queer eres el puto comodín de la baraja, tienes más identidades que Mortadelo disfraces
Las feministas no tienen razón en su planteamiento de tratar a las mujeres como a adeptas o socias de un club de algo. Tratan a las mujeres como su redil, son paternalistas, dan consignas como si fueran entrenadoras e imponen a las mujeres formas de pensar y de odiar. A pesar de ello en esta guerra tomo partido por las feministas. Yo creo que las mujeres merecen más respeto por ser personas que por ser mujeres, y mi dignidad, que soy hombre, es por mi condición de humano y no de macho. Por los mismos motivos que no me gusta el feminismo me opongo a algo tan absurdo y ridículo como el machismo. En general los “ismos” me causan sarpullidos.
Pero entre feministas conocidas o fluidistas por conocer me quedo con las primeras.
A Carmen Calvo le asusta que un queer con esa condición camaleónica pueda llamar al teléfono de atención a las víctimas de violencia de género (solo hay una violencia pero en fín) y denunciar una agresión machista. A Carmen le asusta que haya cuotas queer, en detrimento de sus cuotas, en los partidos políticos (porque las van a exigir), en las administraciones, etc. Las feministas salen a defender su club de unos advenedizos que han convertido ser mujer en algo tan fácil como ponerse una sudadera. Prefiero enfrentarme a un adversario identificable que a uno mutante así que apoyo a los cuerpos de ejército del feminismo de la ministra Calvo, la mujer de la línea recta Pekin París Teherán Nueva York.
Si ya es un abuso que las mujeres tengan que competir con mujeres transexuales de 100 kilos (es decir hombres 30 años hormonados 2 años y con o sin pene) en judo, alterofilia, o boxeo, no sé qué va a pasar el día que Lionel Messi diga que es queer y que quiere jugar en la liga femenina. La Ideología de género es más ridícula, tóxica y liberticida (y en magnitudes muy superiores) que el feminismo más recalcitrante. Entre susto y muerte me quedo, ¡oh sorpresa!, con el susto.
Así que si tengo que apuntar mis cañones dialécticos para dar fuego de cobertura a un bando u otro en esta guerra, mis baterías apuntan al ejército de la ideología de género. Abro fuego generala Calvo, adelante hermanas en armas. ¡¡Fuego a discreción!!