El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska ha destituido al Coronel Diego Pérez de los Cobos de su puesto de Jefe de la Comandancia de Madrid aduciendo “falta de confianza”, hasta ahí la versión oficial. Esta versión, viniendo del Gobierno del Príncipe de la Mentira, tiene tanto valor como una promesa de Pedro:entre cero y -infinito.
La versión potable es que es una destitución con dos objetivos:
1.- Frenar las investigaciones que la Guardia Civil en funciones de policía judicial viene realizando a las órdenes de la juez Carmen Rodríguez Medel. Estas pesquisas están englobadas en la causa en la que está imputado el delegado del Gobierno en Madrid José Manuel Franco (un pájaro de cuenta) y el Doctor Fernando Bacterio Simón. La alargada sombra del chocho M planea sobre sus cabezas.
2.- Disuadir, a través del escarmiento ejemplar de un alto mando, a todos aquellos que se atrevan a mover un dedo para que se haga justicia. El mensaje es “desconfiaremos de quienes no sean adeptos al régimen”
Porque los agentes que están investigando, o estaban, lo hacen bajo el mando funcional de una juez y la Ley es muy clara al respecto: los policías adscritos a policía judicial en el marco de una investigación obedecerán las directrices del juez o la fiscalía sin que sus superiores policiales puedan interferir en las órdenes.
Resumiendo que aunque el coronel Pérez de los Cobos hubiera sido la sabandija rastrera que Grande-Marlaska hubiera deseado no hubiera podido hacer otra cosa salvo chivarse al ministro. Afortunadamente el coronel es un tipo honorable y estamos convencidos de que en el medio plazo saldrá reforzado y sobre todo mucho mejor parado que el miserable que le acaba de cesar.
Para aclarar lo anterior dejamos a nuestros lectores un extracto de la legislación al respecto:
Real Decreto 769/1987, de 19 de junio, sobre regulación de la Policía Judicial (revisión vigente desde 30 de Enero de 2002)
Artículo 2
“Los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en sus funciones de policía judicial, desarrollarán los cometidos expresados en el artículo 1.º, a requerimiento de la Autoridad Judicial, del Ministerio fiscal o de sus superiores policiales o por propia iniciativa a través de estos últimos, en los términos previstos en los artículos siguientes.“
Artículo 10
“En la ejecución de sus cometidos referentes a la averiguación del delito y descubrimiento y aseguramiento del delincuente, así como de los previstos en los apartados b) a e), del artículo 445 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, las Unidades Orgánicas de la Policía Judicial y los funcionarios a ellas adcritos dependen funcionalmente de los Jueces, Tribunales o miembros del Ministerio Fiscal que estén conociendo del asunto objeto de su investigación.”
Artículo 11
“Los funcionarios policiales comisionados por la Autoridad Judicial o Fiscal con arreglo al artículo 21 para la práctica de alguna concreta investigación se atendrán en el desarrollo de ésta a las órdenes y directrices que hubieren recibido, sin que las instrucciones de carácter técnico que obtuvieren de sus superiores policiales inmediatos puedan contradecir las primeras.”
Grande-Marlaska ha entrado en una espiral de descrédito, y hace tiempo que agotó su saldo de respetabilidad acumulado como juez de la Audiencia Nacional. Con este cese se ha convertido en una versión española del “Señor Lobo”de la película Pulp Fiction. En la película de Tarantino el Señor Lobo era un elegante solucionador de marrones, famoso en el mundo del hampa por hacer desaparecer las pistas de acciones criminales y que acude al rescate de Vincent Vega y Jules Winnfield (John Travolta y Samuel L. Jackson respectivamente) cuando estos la lían.
Resumiendo que aunque el coronel Pérez de los Cobos hubiera sido la sabandija rastrera que Grande-Marlaska hubiera deseado no hubiera podido hacer otra cosa salvo chivarse al ministro. Afortunadamente el coronel es un tipo honorable y estamos convencidos de que en el medio plazo saldrá reforzado y sobre todo mucho mejor parado que el miserable que le acaba de cesar.
Pero esto no es una película, es la realidad de un país de 47 millones de habitantes y hablamos del mando supremo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Hablamos de una figura pública que debería mostrar un exquisito respeto por la judicatura y sus competencias y que despide a un mando con tres palabras (“falta de confianza”) que no esconden sus auténticos propósitos de frenar la investigación y disuadir mediante el escarmiento. La vergüenza es mayor porque lobito Marlaska es un juez y sabe perfectamente lo que está en juego
La juez Carmen Rodríguez Medel debe estar encantada con su colega devenido en un chusquero policía de la porra y confíamos en que no le tiemble el pulso para continuar las investigaciones. Confíamos también en que el Consejo General del Poder Judicial cierre filas detrás de esta juez.
Recordemos que la causa que instruye Rodríguez Medel fue a requerimiento del letrado Víctor Valladares quien solicitó la imputación de todos los delegados del Gobierno pero que la magistrada solo ha imputado a José Manuel Franco por no tener jurisdicción sobre los demás delegados. Pero es un primer paso. Detrás de los delegados está el ministro lobito y detrás de este el “Amado Líder” que se pone notable en la gestión de este pandemonium.
Empieza a cundir el miedo y se empiezan a crear cortafuegos para proteger al maillot amarillo del Tour de las Mentiras. Como dijo Santiago Abascal en el Congreso al ver reírse a Pedro Sánchez cuando le escuchaba hablar del horizonte judicial para él y sus ministros: “también se reía Junqueras y miré cómo acabó”

Otro aspecto de este cese que no debe perderse de vista es que el coronel Diego Pérez de los Cobos tuvo funciones de coordinación de todas las policías en Cataluña durante la aplicación del artículo 155 y que declaró como testigo en la fase de instrucción de la causa por rebelión en el Supremo. Por tanto es una pieza que el nazionalismo tractoriano siempre ha querido cobrarse. Y ya se sabe que estos de La PSOE por un voto en el congreso pactan hasta con Bildu…¿Verdad Rafael Simancas?
Por cierto que José Manuel Franco además de Delegado del Gobierno en Madrid es líder del Partido Socialista de Madrid, sucesor de Rafael Simancas el “cerrajero”