Estamos viviendo en un país con la economía gripada y en donde los ciudadanos, convertidos en siervos de la gleba enchiquerados, asistimos al patético espectáculo de un gobierno desnortado que parece más preocupado por la ideología y por salvar su futuro político que por hacer su trabajo.
Un ejército de ministros que no se cansan de repetir en los medios “oficiales” (Antena 3, La Sexta, Tele 5, Cuatro, TVE…) que la única solución es seguir parados, que no hay plan B y que qué bien que aplaudimos a las 8.
País | Muertos Covid | Muertos por millón |
España | 27.321 | 4.873 |
Países Bajos | 5.590 | 2.491 |
Suecia | 3.529 | 2.766 |
Otros países demuestran que confiar en los ciudadanos y en su sentido común también funciona (ver tabla de arriba) pero nuestro Gobierno le ha cogido el gusto al estado de alarma y con la ayuda de una Inés Arrimadas desconocida va a prorrogar, si nadie lo remedia, el arresto de la población …un mes más.
Mientras nos aplican su única medicina, la que siempre aplican las dictaduras: palo y tentetieso, las sabandijas del Consejo de Ministros se entretienen destruyendo a base de ocurrencias el tejido productivo de España y de paso la imagen de nuestro país
Ya mencionamos la gracieta de Alberto Garzón diciendo del turismo que es “estacional, precario y de bajo valor añadido“ para rematar la estrategia turística de Salvador Illa que consiste en vender España como un soleado campo de concentración donde los turistas, que se atrevan, podrán disfrutar pagando por sus 14 días de cuarentena pudiendo ir a Grecia o Portugal donde sí ofrecen alternativas serias.

Ahora se suma a la orgía destructiva la ministra de Trabajo y Economía Social Yolanda Díaz. Ya el nombre del ministerio desprende un tufo de cursilería; es patético y de una arrogancia extrema que haya un ministerio que se ocupe de algo llamado “Economía Social” cuando hay una vicepresidenta de Economía. Debe ser que hay economía social e insociable
Resulta que Yolanda no quiere ser menos que Alberto y Salvador y quiere que todos veamos cómo se gana su sueldo arrimando el hombro en pos de la destrucción de nuestro país para caminar hacia la “nueva normalidad” esa tan bonita e inevitable que Sanchezstein nos tiene preparada.
Se ha descolgado la ministra de cosas sociales y de trabajo con una guía para los inspectores de trabajo que visiten explotaciones agrícolas. La noticia la daba El Independiente este 12 de mayo. Se trata de una especie de anexo al formulario que cumplimentan los inspectores. Un anexo que parece pensado para inspeccionar las plantaciones de caña de azúcar jamaicanas del siglo XIX
Entre otras preguntas de esta lista están:
- ¿Presenta el trabajador indicios de malos tratos, como magulladuras?
- ¿Está encerrado en el lugar de trabajo?
- ¿Hay signos visibles que indiquen que no puede abandonar el lugar de trabajo, como alambradas o la presencia de guardianes u otras limitaciones de este tipo?
- ¿Se amenaza al trabajador para que no abandone el lugar de trabajo?»
- ¿Existen otros indicios de confusión mental o de violencia?,
- ¿Notifican los trabajadores las amenazas dirigidas contra ellos, sus compañeros o miembros de su familia?
Y según lo que informa El Independiente el objetivo del ministerio es:
“La posible detección de supuestos que van más allá de las infracciones administrativas y constituyen ilícitos penales, en especial casos de explotación laboral y de trata de seres humanos para la imposición de trabajo o de servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, a la servidumbre»
Debe pensar la ministra que un inspector de trabajo (un funcionario que seguro tiene mucha más experiencia que la señora ministra en estos temas) en el caso de que vea a un capataz azotando a un jornalero o que encuentre a un montón de trabajadores encerrados tras alambradas de espino solo lo denunciará ante la Guardia Civil si lleva una lista de 17 puntos a mano.
Porque si la ministra recién llegada no te dice que te fijes en si hay esclavos, a ti inspector de trabajo con 20 años de experiencia no se te va a pasar por la cabeza y te vas a limitar a buscar infracciones administrativas. ¿Te crees Holanda que somos imbéciles?
El hecho de que esta ministra podemita haga hincapié en que se contesten esas preguntas por parte del inspector es porque desde su cosmovisión comunista para ella es evidente que los jornaleros son tratados como escoria por parte de malvados señores feudocapitalistas agrarios. Vamos que lo que busca es refutar sus convicciones marxistas de dialéctica de lucha de clases.
Lo que pasa es que la imagen que proyecta un país cuya ministra de Trabajo está convencida de que hay trabajo esclavo, maltratos, alambradas de espino, etc. y por eso confecciona una lista para buscar negreros, es una imagen penosa que se presta a titulares de la prensa extranjera como “Ministra de Trabajo de España ordena buscar esclavistas por los campos”
También parece como que la ministra no confía en que sus inspectores vayan a ser capaces de detectar latigazos, alambradas o lo que sea sino les pone ella una lista para ir chequeando.
Para colmo las visitas a las explotaciones agrícolas se realizarán en grupos operativos mixtos integrados por un inspector y un subinspector de trabajo y dos agentes de la Guardia Civil en vehículos de este Cuerpo (dos coches, para ahorrar).
Si llegas con dos guardias civiles y hay indicios de delito deberían ser los guardias quienes se ocupen de esos delitos y los funcionarios de las infracciones administrativas. Y, para colmo, el hecho de llegar con policías a una explotación muestra muy a las claras que para la ministra el hecho de que seas empresario agrícola es ya un indicio (clarísimo) de que eres un delincuente (de nuevo su cosmovisión marxista queda delatada)
Tenemos un dream team de ministros con una capacidad casi infinita de joder todo lo que tocan.
De la misma manera que Illa y Garzón se dedican a hacer amigos entre las asociaciones y profesionales del mundo del turismo (ese tan precario), la ministra Díaz se hace muy popular entre las asociaciones agrarias.
ASAJA por ejemplo considera que “la sombra de duda que se proyecta no tiene nada que ver con la realidad actual del campo español y que mensajes sobre la posible existencia de trabajadores en situación de “esclavitud” no ayudan a la convivencia pacífica, que es la que mantienen Asaja y los sindicatos en la negociación colectiva con los sindicatos y las comisiones paritarias del mismo, que con esta actuación la ministra Yolanda Díaz echa por tierra“.
Yolanda es como Garzón otra militante del Partido Comunista de España, miembro de Izquierda Unida, de En Marea y de la galaxia podemosa.
Yolanda es por tanto un excelente ejemplar de la ganadería comunista pijo-progre, una ganadería que viene exhibiendo una gran capacidad de mortificar a los ciudadanos. Pero eso sí, como ella contaba en una entrevista “Con cuatro años, Santiago Carrillo me besó la mano” ¿Quién va a ser el siguiente?