Un pastor francés explica como ve grandes similitudes entre su forma de actuar con sus miles de ovejas y la manera en la que el poder actúa con los ciudadanos.
Merece la pena ver el vídeo íntegramente, aunque esté en francés viene con subtítulos en español, ya que este pastor hace un análisis sencillo y fácil de entender. Él maneja a sus ovejas empleando el efecto paralizante que el miedo a peligros externos ejerce sobre sus mentes ovejunas.
A cambio de una ficticia seguridad que acabará llevándolas al matadero tarde o temprano las ovejas acuden a su redil obedientemente cada tarde. Seguramente que aplauden y dan balidos de aprobación a las 8
A cambio de una ficticia seguridad que acabará llevándolas al matadero tarde o temprano las ovejas acuden a su redil obedientemente cada tarde. Seguramente que aplauden y dan balidos de aprobación a las 8 de la tarde. Todas actúan como rebaño y no como individuos, hacen lo que las demás hacen y el miedo a la soledad y a lo desconocido abotarga su capacidad de pensar y de razonar. Son incapaces de llegar a la conclusión de que quizá merezca la pena no obedecer al pastor e ir por libre, que quizá así mueran algunas pocas víctimas de depredadores pero la mayoría vivirá libre pastando por donde les apetezca.
El pastor aplica métodos ejemplarizantes con las pocas ovejas díscolas, azuzando a sus perros para que las muerdan o llegando a degollarlas frente a sus congéneres para añadir el miedo a lo de fuera el miedo al monopolio de la violencia que ejerce el pastor. Si además el pastor es un inútil y no sabe siquiera construir un buen redil o un buen establo para proteger a sus súbditos lanudos de los lobos y depredadores entonces las ovejas caen como moscas hacinadas en establos mal construidos siendo presas fáciles incapaces de siquiera huir corriendo.
A alguien se le puede venir a la mente algún pastor inútil y presuntuoso que arenga a las ovejas españolas cada pocos días para decirnos que estemos todas las ovejas unidas y que no es de nadie la culpa de que las ovejas ibéricas muramos más por millón, muchas más, que las ovejas francesas, alemanas, suecas, italianas o norteamericanas.
¡Buen análisis señor pastor! Estamos avisados.